Si eres de Sullana y sientes que los dolores de cabeza se están volviendo tu sombra, quiero contarte algo que puede ayudarte de verdad: los masajes.
Sé que la vida de hoy es una locura, entre el trabajo, la casa y el día a día, y muchas veces el estrés se te sube hasta el cuello, hombros y cabeza. Pero no tienes por qué resignarte a vivir con esa molestia ni tomar pastillas que al final dañan tu hígado y te vuelven dependiente de ellas. Un buen masaje no es solo para relajarse, es una forma muy efectiva de combatir el dolor.
5 maneras en las que un masaje relajante o descontracturante puede ayudarte con tus dolores de cabeza
1. Deshacer la tensión acumulada
¿Sientes el cuello y los hombros duros como una roca? Esa tensión es la principal causa de muchos dolores de cabeza. Con un masaje, trabajamos para liberar esos nudos y hacer que la presión baje de verdad.
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Anécdota: Hace poco, María José, que trabaja todo el día frente a la computadora, sentía una presión constante detrás de los ojos. Después de una sesión, descubrimos que la raíz del problema eran sus hombros y el cuello, que estaban muy tensos. Al liberar esa zona, el dolor de cabeza desapareció por completo.
2. Adiós al estrés y dolor de cabeza
Cuando el estrés se apodera de nosotras, el cuerpo se tensa. Un masaje te ayuda a desconectarte de todo, a que tu mente descanse y tu cuerpo libere endorfinas, que son como los analgésicos naturales.
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Anécdota: Marianella Aguirre venía con migrañas frecuentes, sobre todo en épocas de mucho estrés laboral. Después de su sesión, me dijo que el masaje la ayudó a bajarle «dos rayitas» a la ansiedad, y notó que los dolores de cabeza disminuyeron mucho en frecuencia e intensidad.
3. Mejorar la circulación
La presión en los músculos del cuello y los hombros puede dificultar el flujo sanguíneo hacia la cabeza. El masaje activa esa circulación, llevando más oxígeno y aliviando esa sensación de pesadez o presión.
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Anécdota: Sandra Aguilar sufría de dolores de cabeza que sentía como una pesadez constante. Con el masaje, notó cómo el calor y la presión en la zona del cuello ayudaron a que su circulación mejorara, y esa sensación de tener la cabeza «cargada» fue desapareciendo.
4. Trabajar en los puntos clave que causan el dolor de cabeza
Un terapeuta sabe exactamente dónde están los puntos de presión que pueden estar causando tu dolor. Esos puntos, al ser trabajados, pueden aliviar la molestia directamente, incluso si sientes que el problema es solo en la sien o detrás de los ojos.
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Anécdota: Patricia llegó con un dolor punzante en la sien que la traía mal todo el día. Mientras la masajeaba, me enfoqué en un punto específico en la base de su cráneo. Cuando lo liberé, me dijo: «¡Wow, es como si se hubiera desenchufado el dolor!».
5. La mejor prevención
No esperes a que el dolor de cabeza sea insoportable. Los masajes regulares son una excelente forma de mantener la tensión a raya y evitar que esos dolores aparezcan con tanta frecuencia.
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Anécdota: Andrea solía tener dolores de cabeza casi cada semana, pero desde que empezó a venir cada quince días, la frecuencia bajó drásticamente. Ahora, la mayoría de sus dolores son leves y esporádicos, y me comenta que siente que tiene más control sobre su bienestar.
Piénsalo como un cuidado para ti, un respiro en tu semana. Y si ya has probado de todo, te invito a que le des una oportunidad a un masaje.
¡Te sorprenderás de lo bien que te puedes sentir!